La Asociación Iboshim convirtió con gran éxito la necrópolis de Puig d’es Molins en un campamento cartaginés
Mientras en una mesa un escribiente sacaba un pergamino y enseñaba a unos niños los secretos del alfabeto púnico, dos guerreros practicaban y estiraban sus músculos de cara a la batalla. A escasos metros, un hondero balear probaba su puntería con unos escudos romanos, y otro hombre remendaba una túnica de lino mientras dos compañeros departían animadamente en torno a unos vasos de vino.
Mientras en una mesa un escribiente sacaba un pergamino y enseñaba a unos niños los secretos del alfabeto púnico, dos guerreros practicaban y estiraban sus músculos de cara a la batalla. A escasos metros, un hondero balear probaba su puntería con unos escudos romanos, y otro hombre remendaba una túnica de lino mientras dos compañeros departían animadamente en torno a unos vasos de vino.
Todo parecía sacado de un rodaje de una película de Hollywood. Sin embargo, no eran Eric Bana, Orlando Bloom ni Brad Pitt los protagonistas, ni Ridley Scott el director de esta producción, sino Gonzalo, Pepe, Daniel, José Luis o Carlos, algunos de los 15 miembros de la Asociación Pitiusa de Recreación Histórica Iboshim que, durante todo el fin de semana, han convertido a la Necrópolis de Puig d’es Molins en un campamento cartaginés de la época de Anibal Barca.
«Parece un parque temático de lo bien recreado que está todo para la poca gente que son», comentaba una señora mientras fotografiaba los escudos romanos y cartagineses traídos para la ocasión. Mientras, uno de sus hijos, con la boca abierta mientras miraba las armas de la asociación, exclamaba «¡mamá, están genial, parecen de una película!».
Este sentimiento de satisfacción fue general entre mucha gente del público, sobre todo entre los más pequeños. No en vano, éstos fueron los que más disfrutaron ya que pudieron desfilar como un pequeño ejército, probar los escudos, lanzar con honda o con jabalina, combatir con espadas con punta de goma y escribir de la misma manera que lo hacían los púnicos de la época. «Somos unos apasionados de este período histórico y por eso, intentamos darlo a conocer de manera divertida a través de representaciones, exposiciones o charlas por los colegios», aseguraba el presidente de Iboshim, Carlos Martínez Becerra.
Para ello intentan ser lo más fieles posibles en su recreaciones de la época, tanto en los uniformes, costumbres, accesorios o armamento. «En nuestro grupo hay púnicos, soldados aliados íberos u honderos baleares, y todos con trajes que hemos hecho nosotros o compramos en tiendas de Internet, a través de recreaciones que vemos en libros o en documentación de la época».