Está muy extendida la idea que la literatura castellana es carente de elementos fantásticos. Pero esto es contradice si se consulta las obras del siglo XVII. El propio Cervantes, entre otros muchos, recogerá toda clase leyendas, mitos y fantasías propias del vulgo, para la realización de sus diversas obras. [Véase “Literatura Fantástica y de Terror Española del Siglo XVII”] Pero mucho de este material mitológico era descartado por ciertos escritores “eruditos” o bien atacado por algunos sectores como supersticiones del populacho.
A primera vista parece que Castilla no presenta material «maravilloso» (susceptible de relacionar con tradiciones paganas). No obstante, dicho material existe no sólo en los cuentos, sino también en las leyendas unidas a lugares geográficos donde la mayoría de las veces a la Virgen, los santos, las viejas o damas que donan tierras o castigan a los habitantes de un pueblo, les corresponde un papel activo. [“Las matres celtibéricas y los relatos sobre los orígenes de los territorios comunales castellanos” (1990) – Revista de Folklore, nº 110] Hoy no se puede hablar de un culto pagano o tradicionalmente alejado de la doctrina eclesiástica en los pueblos castellanos. Pero diversos autores han reconocido en diversos ritos y costumbres, la pervivencia de viejos cultos prerromanos. Las «matres» sufrieron el mismo proceso que otras divinidades menores circunscritas a estos territorios. Como las «dianas» (xanas asturianas) aparece ya en la baja época latina en el sentido de «hada nocturna»; en Castilla, «matre» (matrona) tomará las connotaciones de la fertilidad y al mismo tiempo diosa de los muertos, de los fantasmas nocturnos y maga poderosa. Gran parte del trabajo de campo realizado por Luis Díaz Viana (presidente de la Asociación de Antropología de Castilla y León) se ha centrado en Castilla para la realización de su libro. “Leyendas populares de España” (2008). Un total de 51 relatos y la mayoría de ellos con origen castellano. Ya que en palabras de Viana, Castilla es «una tierra rica en leyendas».
Pero al carecer de un renacimiento cultural que la rescatara ( romanticismos nacionalistas del Siglo XIX, tales como el vasco, gallego y catalán) ha propiciado que se perdiera gran parte de la mitología de las diversas regiones de raíz castellana. Además, siendo las áreas rurales castellanas las más castigadas por la despoblación y la posterior fracción de los territorios castellanos en diversas comunidades autónomas, han relegado estos mitos al ostracismo.
A primera vista parece que Castilla no presenta material «maravilloso» (susceptible de relacionar con tradiciones paganas). No obstante, dicho material existe no sólo en los cuentos, sino también en las leyendas unidas a lugares geográficos donde la mayoría de las veces a la Virgen, los santos, las viejas o damas que donan tierras o castigan a los habitantes de un pueblo, les corresponde un papel activo. [“Las matres celtibéricas y los relatos sobre los orígenes de los territorios comunales castellanos” (1990) – Revista de Folklore, nº 110] Hoy no se puede hablar de un culto pagano o tradicionalmente alejado de la doctrina eclesiástica en los pueblos castellanos. Pero diversos autores han reconocido en diversos ritos y costumbres, la pervivencia de viejos cultos prerromanos. Las «matres» sufrieron el mismo proceso que otras divinidades menores circunscritas a estos territorios. Como las «dianas» (xanas asturianas) aparece ya en la baja época latina en el sentido de «hada nocturna»; en Castilla, «matre» (matrona) tomará las connotaciones de la fertilidad y al mismo tiempo diosa de los muertos, de los fantasmas nocturnos y maga poderosa. Gran parte del trabajo de campo realizado por Luis Díaz Viana (presidente de la Asociación de Antropología de Castilla y León) se ha centrado en Castilla para la realización de su libro. “Leyendas populares de España” (2008). Un total de 51 relatos y la mayoría de ellos con origen castellano. Ya que en palabras de Viana, Castilla es «una tierra rica en leyendas».
Pero al carecer de un renacimiento cultural que la rescatara ( romanticismos nacionalistas del Siglo XIX, tales como el vasco, gallego y catalán) ha propiciado que se perdiera gran parte de la mitología de las diversas regiones de raíz castellana. Además, siendo las áreas rurales castellanas las más castigadas por la despoblación y la posterior fracción de los territorios castellanos en diversas comunidades autónomas, han relegado estos mitos al ostracismo.
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