miércoles, 24 de abril de 2013

Beltaine, fiesta sacerdotal.


Beltaine significa literalmente, si se acepta la composición de la palabra, “fuego de Bel”, nombre con el que se sigue denominando en Irlanda al mes de mayo en irlandés moderno: Beltane “el primer día de mayo”, según el diccionario Dinneen. La información de la que se dispone es escasa, pero no tanto como para que no se esté en condiciones de determinar exactamente el simbolismo de la fiesta, a falta de conocer los rituales completos. 
En lo relativo a costumbres gastronómicas, el contenido de la estrofa reservada a Beltaine es bastante pobre:
“Os lo digo, una fiesta particular
Son las riquezas de Beltaine,
Cerveza, coles, leche dulce
Y leche cuajada al fuego”

Esas riquezas son demasiado insignificantes, sobre todo en historia religiosa. Sin embargo, esta atmosfera se percibe mejor si consultamos el libro de las invasiones, donde se cuentan las andanzas de Partolón, primer habitante de Irlanda, donde se indica que

“fue un martes cuando arribó a Irlanda, el decimoséptimo día de la luna de las calendas de mayo”

El poema que sigue a esta afirmación rectifica el día del mes y conserva el de la semana

“Fue el decimocuarto dia, un martes
Cuando descendieron del navío libre
Hacia el puerto en el país claro, azul y brillante
Inber Scene el del escudo brillante”

También en el mes de mayo murió Partolón.

“Sus cuatro hijos dividieron Irlanda en cuatro: ésta fue la primera división de Irlanda. Irlanda permaneció de este modo dividida hasta el exterminio de su pueblo. La muerte les alcanzó en las calendas de mayo, esto es desde el lunes de Beltaine hasta el otro lunes ante Mag Elta, cinco mil hombres y cuatro mil mujeres murieron del lunes al lunes. De ahí es donde viene el exterminio de la raza de Partolón en Irlanda”

Mejor omitamos el número excesivo de muertos prehistóricos. Lo importante es la datación de Beltaine. Por lo visto, todos los habitantes de Irlanda arribaron a la isla en esta fecha, comenzando por los Tuatha de Danaan:

“Zarparon con todos los barcos y, tras tres días, tres noches y tres años, atracaron en la ancha y larga playa arenosa de Tracht Muga, en las tierras de los héroes del Ulster, el lunes de la semana de principios del mes de mayo”

Y Keating, autor de “History of Ireland” confirma

“Hicieron salir sus barcos y al cabno de tres años, tres días y tres noches llegaron a la arena de Tracht Muga, el lunes de la primera semana de mayo”

Entonces, los Tuatha dé Danaan quemaron sus barcos y tras esta fogata, se envolvieron en una nube druídica (céo draoidheachta) para que nadie los descubriera. Si tenemos en cuenta el Dinshenchas de Rennes , fue igualmente en Beltaine cuando Mide, personaje epónimo de la provincia central de Irlanda, encendió en Uisnech y para los hijos de Nemed (“sagrado”), un fuego que debía durar seis años; y Mide cortó la lengua de los druidas locales que n o interpretaron favorablemente su humo.

Pero sin duda, lo realmente importante de Beltaine es el fuego. En un dialogo enigmático con su prometida Emer, Cúchulainn describe así esta fiesta:

“Hasta Beltine, es decir, el fuego benefactor, a saber, los dos fuegos que los druidas hacían con grandes encantamientos. Cada año hacían pasar los rebaños entre ellos (para protegerlos) contra las epidemias. O hasta Beldine, siendo entonces Bel el nombre de un ídolo: los primogénitos (dine) de cada rebaño se atribuían en propiedad de Bel. Beldine es, por tanto, lo mismo que Beltine”.

Quien ha transcrito este texto ennoblece a Cúchulainn atribuyéndole una ciencia etimológica que apenas se cuenta entre las prácticas de los guerreros de Irlanda – al menos en los del ciclo del Ulster – y además, la etimología presenta un alto grado de fantasía. Podemos percibir la interpretación bíblica del sacrificio de Yahvé….pero la descripción coincide con el Glosario de Cormac.

“Beltaine, fuego de Bel, fuego benéfico, es decir un fuego que los druidas hacían con su magia o sus grandes encantamientos; y se llevaban los rebaños (para protegerlos) contra las epidemias todos los años a estos fuegos. Hacían pasar lo rebaños entre ellos”

También era de Samain a beltaine cuando los fianna se alojaban con los hombres de Irlanda. De Beltaine a Samain vivían del producto de la caza y dormían al raso. De Samain a Beltaine no estaban sin embargo inactivos:

“Un dia que Finn y los Fianna estaban en la espaciosa Almain de Leinster, bebiendo en el festín de embriaguez y alegría de Samain, y que los nobles y grandes señores de Irlanda estaban en su presencia, Finn les pregunto si les había llegado el momento de ir a correr y a cazar, pues era la costumbre de Finn y los Fianna pasar el año de esta manera: de Beltaine a Samain, en la caza y la carrera, y de Samain a Beltaine, en la guardia general de todos los hombres de Irlanda”

Además, y según Keating, desde Samain a Beltaine los hombres de Irlanda tenían además a su cargo a los Filid y al parecer, estos se habían vuelto tan numerosos que representaban un tercio de la población. No se dice que hacían en verano. 

Está claro, por todo lo que precede, que Beltaine era la fiesta del comienzo del verano. Por tanto no era para protegerse de la intemperie o de los rigores de la temperatura que se encendían los fuegos de Beltaine, y tampoco únicamente para proteger el ganado. El propio San Patricio encendió un fuego con ocasión de esta fiesta y, a pesar de la prohibición real, en Samain, para las Pascuas cristianas encendió un fuego que no gustó a todo el mundo. Según el relato de Muirchu en la Vida Tripartita, los druidas dijeron al rey Loegaire que reinaba en aquel tiempo:

“ese fuego que vemos, sea quien sea que lo ha encendido esta noche, no se apagará en toda la eternidad. Prevalecerá además sobre todos los demás fuegos de nuestra tradición. Y aquel que lo ha encendido – el reinado de aquel que lo ha encendido sobrevendrá esta noche – nos vencerá a todos. Todos los reinos se postraran ante él y él mismo colmará todas las cosas por los siglos de los siglos”

Es más que dudoso que los druidas hablasen en latin, lengua en la que escribe Muirchu, además de que su profecía era muy fácil a posteriori, pues fue redactada bastante después de los acontecimientos que anunciaba. Sin embargo, fue escrita según las normas tradicionales de la Irlanda antigua: una controversia, teológica o mágica, entre el santo y el druida en relación a un fuego que no tenía nada de profano, solo podría tener lugar en la beltaine asimilada a la Semana Santa. ¡Qué lejos queda el ganado! Evidentemente, Patricio había decidido encender su fuego en la Colina de Uisnech, en el centro de Irlanda, y lo había rodeado de un círculo mágico cuyo acceso estaba prohibido a los paganos. Curioso santo, pero muy eficaz, que combate con fuego las llamas del infierno. A continuación, sigue el texto de Muirchu, tambien en latín:

“Los druidas del Rey dijeron a aquellos que iban: “Rey, tu no irás al lugar donde esta el fuego por temor a que después tu mismo puedas adorar a aquel que lo ha encendido, pero te quedarás al lado, al exterior. Lo llamaremos ante ti para que te adore y tú serás el señor. Hablaremos él y nosotros alternativamente en tu presencia y nos pondrás a prueba”. Llegaron al lugar fijado. Una vez hubieron descendido de sus carros y de sus caballos no penetraron en el círculo del lugar en llamas sino que se sentaron al lado. Y San Patricio fue llamado ante el rey fuera del lugar del fuego.”

El tema termina con pruebas a cuyo término San patricio vence a los druidas. Si no supiésemos por lo demás, gracias a su hagiografía, quien es San Patricio, lo tomaríamos por un druida, al igual que a Cristo, mucho más poderosos que todos sus oponentes.

El ambiente de la fiesta conllevaba cierta imposición, absolutamente religiosa, de acuerdo con un breve pasaje de Aided Diarmada “Muerte de Dermot”, que sitúa geográficamente las grandes fiestas y nos informa de su carácter obligatorio:

“Diarmaid y los hombres de Irlanda convocaron gran asamblea de Uisnech en Beltaine, pues había tres grandes asambleas en aquellos tiempos, a saber: la asamblea de Uisnech en Beltaine, la feria de Tailtiu en Lugnassad y el festín de Tara en Samain. Y cualquiera de los hombres de Irlanda que las transgrediese se exponía a la pena de muerte por haber violado la Ley”.

Y aunque solo sabemos del Dios Bel lo que aparece en Tochmarc Emire (El Cortejo de Emer) y el Glosario de Cormac, es imposible pensar en la divinidad gala Belenos, cuya etimología, con un sufijo más o menos, es la misma (el primer elemento, Bel- es al menos indudable y nos puede servir como ejemplo Belisama, “la muy brillante” cuyo sufijo, un superlativo, es distinto)

San patricio no se equivocó: “Encendió un fuego divino muy claro y bendito” 

En conclusión, Beltaine es la exaltación del fuego, elemento druídico como el aire, la tierra y el agua. Podemos considerar a Bel un sobrenombre de Lug en su aspecto de luz, opuesto simétricamente al Lug de Samain, que prepara el invierno y la oscuridad. Beltaine era tambien por consiguiente una fiesta sacerdotal: la escasez de testimonios se explica tanto por la ocultación cristiana de todo lo relativo al sacerdocio como por la ignorancia natural de la clase guerrera de todo lo que n o le concernía directamente. Los druidas, por su parte, velaban por el simbolismo solar e ígneo de su fiesta propia. Aquí también, y más que ninguna otra circunstancia, eran los Señores del fuego. La coincidencia nos aporta al menos un indicio fiable en lo concerniente a la datación calendaria de los sacrificios mediante el fuego que señalaron en la Galia los autores antiguos. Era en mayo o en junio, con ocasión de su fiesta (cuyo nombre no conocemos) equivalente a Beltaine, cuando los celtas continentales quemaban los grandes muñecos de madera rellenos con hombres y animales, según indicaban los autores Romanos, celebración que se ha conservado adaptándola bajo la forma de la “Fiesta de mayo” o fuego de San Juan.

La datación de la fiesta del fuego y la correspondencia teonímica de la Galia e Irlanda, con los nombres de Bel y Belenus, aportan la prueba de que Belenus, entendido según la “interpretatio” Romana como un “Apolo”, es un sobrenombre del “Mercurio” galo de César. No es tampoco casualidad si Belisama es un sobrenombre de “Minerva” en la Galia y si Brigit, convertida en Santa Brigida, es la guardiana del fuego perpetuo del santuario de Kildare en Irlanda.
Hermandad Druida Dun-Ailline'sstatus


Santuario Celtíbero de Segeda demuestra que los celtas dieron importancia religiosa a los solsticios y Equinoccios

Durante mucho tiempo se ha creído y mantenido que los pueblos celtas no tuvieron en el pasado una relación directa y religiosa con los Ciclos Solares (Solsticios y Equinoccios). Esta tesis fue mantenida por famosos celtistas como Jean Markale, que en muchas de sus obras desmiente esta relación hasta el punto de vincularla con lo que él identificaba con el neo-druidismo romántico y el esoterismo, sin vinculación con el pasado celta y el druidismo.
Afortunadamente la arqueología, ciencia viva que evoluciona a razón de nuestra implicación en rescatar los testimonios físicos de nuestros antecesores, de un tiempo a esta parte se obceca en dar la razón evidencia tras evidencia, a quienes siempre han defendido que aquellos primeros revitalizadores del druidismo y los Cultos celtas no estaban ni mucho menos equivocados al presentar una religión mucho más compleja y asentada de lo que se pensaba en un principio, destacando sobre la idea de préstamos esotéricos posteriores, que quizá hayan sido los celtas, entre otros, quienes inspirasen las creencias de ocultistas y escuelas herméticas de la Era Moderna y no al contrario, como se creía.
Para este caso traemos a colación un hallazgo de 2011 que demuestra la importancia ritual y sagrada del Ciclo Solar para los celtas. Concretamente nos referimos al descubrimiento del que se harían eco en el Blog Noticias e Historia Antigua y Arqueología, de un medidor astronómico, único en Europa, en las excavaciones del Templo de la emblemática ciudad de Segeda (Sekaiza, en Calatayud, Zaragoza) de la tribu celtíbera de los Belos, ya histórica por diferentes motivos a cada cual más emblemático, como lo son, por ejemplo, deber a su belicosidad que los romanos cambiaran su calendario y a fecha de hoy celebremos el cambio de año en enero, o que por su causa comenzase la segunda Guerra Celtíbera.
En cuanto a las extraordinarias características de este Santuario Celtíbero de Sekaiza, por desgracia muy poco conocidas, extractamos la información que nos ofrecen desde Celtiberia Histórica:

“Este posible santuario esta situado en un pequeño altozano, a una distancia de 800m al sur del Poyo, en la periferia de la ciudad, extramuros, próximo a su muralla.
Se trata de una gran estructura aislada, cerrada por dos muros, con una longitud conservada de 10 y 16,6m y dos hiladas de altura, construidas con grandes sillares de yeso, que unen en un ángulo de 120º (no utilizado en la arquitectura de esta época). El espacio interno es una plataforma de grandes losas de yeso y caliza trabadas con arcilla. Los muros y el enlosado fueron nivelados y cubiertos, a su vez, por una capa de adobes y arcilla. Los trabajos agrícolas han destruido parte de esta construcción, sobre todo en los extremos norte y suroeste.
Después de varias propuestas anteriores sobre la posible funcionalidad de esta estructura, recientemente se ha planteado que se trata de una “santuario”. Se han llevado a cabo cálculos astronómicos y atendiendo al empleo de un ángulo, de 120º, en la piedra angular (no utilizado en la arquitectura de esta época), lo que significa el uso del sistema sexagesimal, que lo pone en relación con referentes culturales del Mediterráneas en la antigüedad. A su vez, la base de este trapecio coincidiría con el norte astronómico, mientras que el lado mayor de la plataforma estaría orientado a la Parada Mayor de la Luna, es decir, cuando la luna está más alejada, más alta en el firmamento.
Según estos datos se trataría de un santuario celtibérico que se levantó teniendo en cuenta distintas orientaciones astronómicas, ya que los celtíberos lo habrían construido alineándolo con el solsticio de verano, los equinoccios, el norte astronómico y la Parada Mayor de la luna, que marca un ciclo de 19 años (ciclo de Metón).“

Poco más nos queda ya por decir que no haya quedado perfectamente explicado con este resumen, salvo que animamos a forzar nuestra imaginación y memoria para dar sentido a las muchas coincidencias simbólicas que de seguro ya habrán llamado nuestra atención.
Fernando González-Wicca Celtíbera



miércoles, 10 de abril de 2013

Nuestra Europa


Un yacimiento íbero abandonado a su suerte

Las brechas en la valla del yacimiento del Oral permiten que cualquiera pueda pasar a contemplarlo. O a cualquier otra cosa, porque nada avisa a los curiosos del extraordinario monumento que se extiende por algo más de una hectárea entre parcelas de alcachofas y la N-332 abandonados a su suerte. Sólo un cartel descolorido en su interior sitúa ante restos arqueológicos a quien llega después de sortear acequias y bancales. No hay indicaciones de acceso. Ni avisos prohibiendo o permitiendo el paso. Ni paneles explicativos. Ni horarios de visita. Solo la cuadrícula de restos de piedra, parcialmente cubiertos con plásticos y lonas en un intento de proteger lo excavado, bajo el sol. Rodeado, eso sí, de una valla perimetral que como frágil intento de protección ha instalado el actual equipo de gobierno del PP, que aunque agujereada no deja de ser una valla. 

Estudiado desde 1981, este "monumento de primer orden" según los arqueólogos, es un excelente ejemplo de poblado construido con planificación previa. La malla perfecta de calles perpendiculares de nueva planta se extiende a la vista de cualquiera (entendido o no) en este suave promontorio de la Sierra del Molar, a 40 metros sobre el nivel del mar, y con unas vistas de la desembocadura del Segura que para sus chalés hubieran querido muchos promotores inmobiliarios de la zona. Uno se pregunta de hecho cómo ha podido sobrevivir este lugar a la vorágine urbanística de la Vega Baja, en cuya lista de despropósitos y depredación del suelo el municipio de San Fulgencio brilla con luz propia. Aunque tampoco se puede decir que se haya librado de la agresividad económica de su entorno, como lo demuestra el "paseo" que se dio la excavadora de una cantera próxima en 2004 y que terminó arrasando de un "palazo" un tercio del yacimiento, según informe técnico de la Universidad de Alicante. Menos mal que la zona era propiedad del Ayuntamiento de San Fulgencio desde 1992. Ahí estaban ya las autoridades atentas protegiendo el patrimonio de todos.
Los estudios de Lorenzo Abad y Feliciana Sala hablan del Oral como un espacio rodeado de albufera y con variada economía. Sus gentes tendrían quizá en el comercio su motor de desarrollo local según atestiguan ánforas púnicas, griegas y etruscas encontradas en el lugar, y además se dedicarían a trabajos de tipo extractivo y de transformación relacionados con la industria del salazón. Hasta ahora y en diferentes campañas se han excavado 21 casas, alguna de especial interés.