Los suevos no ocuparon todo el territorio de la provincia de Gallaecia. Isidoro lo dice categóricamente: - (Gallici autem in parte provinciae regno suo utebantur). Thomoson da crédito a esta información sobre todo por la simple razón de que encontramos a los suevos llevando a cabo razzias en el propio territorio de gallaecia, lo que quiere decir que no eran habitantes en su totalidad. Siguiendo este razonamiento, se observa que los únicos lugares que no fueron objeto de saqueo en ningún momento fueron Bracara, Lucus y Asturica, y ello podría indicar que los suevos residían en estas ciudades. Thompson piensa que prácticamente todos ellos vivían en Bracara. De este echo tenemos confirmación en los textos: Los godos de Teoderico van a buscarlos a Bracara en el 460; francos y burgundios los buscan y masacran en Asturica, y en el 460 Hydacio cita expresamente que los suevos que vivían en Lucus asesinaron a sus nubles romanos en su propia ciudad. Los suevos, por tanto, buscaron establecerse en las ciudades mas que en el campo: Después de su asentamiento inicial en Bracara, los suevos pretendieron establecerse en Emerita donde encontramos al rey Rechila y después a su sucesor Rechiario.
Intentan el acomodo en las ciudades por que saben que allí pueden encontrar un modo de vida mejor y mas seguro, y porque saben también que su fuerza en la negociación con los romanos, o los godos, o los godos enviados por los romanos, consiste en ser integrantes de la vida ciudadana. Con eventuales rehenes, ricos, nobles, que pueden capturar en ellas pueden llegar a ventajosos acuerdos.
La cifra de la población sueva se ha calculado en unos 20.000 o 25.000. No vinieron a Hispania todos los que constituían en origen la gens suevorum, y sabemos que algunos de ellos acompañaron a los vándalos a África. Allí se han encontrado inscripciones con nombres suevos; pero no tenemos ningún ejemplo de inscripción sueva en Gallaecia. Con todos los reparos que pudiéramos poner a esta cifra, unos 25.000 suevos en Gallaecia, con un ejercito de unos 4.000 – 5.000 hombres, y con las dificultades de desplazamiento existentes, no pudieron nunca alcanzar un impacto notable en toda la Península (ni siquiera en Gallaecia). Su actividad fue la razzia, la búsqueda del botín puntual. Pero también la negociación. Los suevos tuvieron conciencia de su eventual poder e intentaron alianzas que podrían serles útiles y que les reconocieran como regnum.
Javier Arce – bárbaros y romanos en Hispania
Intentan el acomodo en las ciudades por que saben que allí pueden encontrar un modo de vida mejor y mas seguro, y porque saben también que su fuerza en la negociación con los romanos, o los godos, o los godos enviados por los romanos, consiste en ser integrantes de la vida ciudadana. Con eventuales rehenes, ricos, nobles, que pueden capturar en ellas pueden llegar a ventajosos acuerdos.
La cifra de la población sueva se ha calculado en unos 20.000 o 25.000. No vinieron a Hispania todos los que constituían en origen la gens suevorum, y sabemos que algunos de ellos acompañaron a los vándalos a África. Allí se han encontrado inscripciones con nombres suevos; pero no tenemos ningún ejemplo de inscripción sueva en Gallaecia. Con todos los reparos que pudiéramos poner a esta cifra, unos 25.000 suevos en Gallaecia, con un ejercito de unos 4.000 – 5.000 hombres, y con las dificultades de desplazamiento existentes, no pudieron nunca alcanzar un impacto notable en toda la Península (ni siquiera en Gallaecia). Su actividad fue la razzia, la búsqueda del botín puntual. Pero también la negociación. Los suevos tuvieron conciencia de su eventual poder e intentaron alianzas que podrían serles útiles y que les reconocieran como regnum.
Javier Arce – bárbaros y romanos en Hispania
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