viernes, 24 de septiembre de 2010

Culto solar entre los celtiberos

Tampoco cabe duda, a partir de los testimonios arqueológicos, de que los celtíberos tributaron un culto a los astros y muy especialmente al sol y a la luna.
Con respecto a ésta, además del pasaje de Estrabón mencionado {vid. supra), tenemos el testimonio de Apiano (Iber. 82) de que en un combate entre Emilio Lépido y los palentinos, éstos se detuvieron aterrorizados por un eclipse de luna que ellos interpretaron como señal de su dios. Este culto a la luna probablemente estaba extendido en todas las poblaciones de la Meseta y tenía carácter funerario, como muestran las frecuentes representaciones del disco o el creciente limar en los epígrafes funerarios del territorio celtibérico, en ocasiones asociado a la estrella. Ambas imágenes o astros aparecen también asociados en semises de Turiasu.
En cuanto al sol, no parece (haber duda tampoco de la importancia de su culto entre los celtíberos. La existencia de una heliolatría entre éstos está atestiguada en los abundantes símbolos solares de las inscripciones, pequeños objetos de arte y las cerámicas, De dios los principales son la svástica y el anillo solar, con o sin radios. En algunas ocasiones puede dudarse si tales símbolos cumplen una función meramente ornamental, pero en otras, en que la svástica aparece en posición central o dentro del círculo solar, no parece que haya duda de su significado religioso. En la cerámica numantina la svástica aparece en el centro de aves afrontadas o aspas formadas por cuatro peces, al parecer de significación uránica. Taracena creía que estos conjuntos decorativos son supervivencia de motivos venidos de Oriente y adoptados por las culturas del Hierro centroeuropeas y de Grecia arcaica. Igualmente, suponía que una pintura sobre cerámica numantina que representa un ave arrastrando un carro era trasposición de los carros solares tan frecuentes en el arte céltico. En dos ocasiones al menos, en la cerámica de Numancia se muestra una figura masculina acompañada de caballos y con símbolos solaresrepartidos por el campo decorativo, lo que ha querido interpretarse como representación de una deidad solar ecuestre.
Manuel Salinas de Frias

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