J.C. Olivares concede a Reve el título de dios supremo del cielo para los galaico-lusitanos, donde en varias inscripciones dedicadas a Iuppiter, el epíteto que acompaña al teónimo, alude a montes o a lugares altos.
Lo mismo sucede con Iuppiter Candamius, de Candanedo (en la frontera entre Asturias y León), del nombre del monte donde se recogió la inscripción; Iuppiter Candiedo de Galicia (aunque el dedicante es un cántabro salaeno) y el Iuppiter deus Candamius, de Monte Cilda (Palencia) Con lo atendiendo a su área de localización que estaría muy bien definida, el culto a Candamios estaría compartido por cántabros y astures.
El problema se complica, al identificar a este Iuppiter Candamios vinculado a las montañas con el teónimo galaico-lusitano Reve. El carácter de este dios y su género han sido muy discutidos por los investigadores. Se le ha considerado, frecuentemente, una diosa de carácter acuático. Otros le atribuían género masculino debido al epíteto que le acompaña, como Reve Langanitaeco o Reve Anabaraeco de Las Brugas (Orense), vinculado a manantiales de aguas medicinales por el lugar de aparición.
J.C. Olivares considera que Reve es un dios semejante al Iuppiter galo o Taranis. Las inscripciones que aduce J.C. Olivares, nos parecen de mucho peso para defender su teoría, que creemos muy novedosa y altamente probable, Estas dedicatorias son a Reve Laraucus. El monte Larauco se localiza en el norte de Portugal. Una segunda dedicada a Laraucus Deus Maximus, apareció con otros objetos alusivos a Marte. Estas inscripciones permiten identificar a Reve con el dios supremo de los romanos.
Una tercera dedicatoria hallada en Guidães (Vila Real) muy cerca de Marão, está dedicada a Reve Marandicus con epíteto del dios vinculado con un orónimo. El teónimo Reve está escrito en una alta montaña como es la de Cabeço das Fraguas (Sebugal, Guardia). Otro dios asociado a las montañas seria Salamati, apelativo de Salamanca, relacionado con el homónimo Jálama, que es la Sierra de Gata hasta la Sierra de la Mesta. Sal- entra en la formación de muchos nombres de montañas en Europa. Reve y Salamati recibían culto en territorios complementarios. Varios epítetos de Reve exceden a un ámbito local, como Laraucus, Anabaraecus y Langanitaecus. Los epítetos de Iuppiter derivan frecuentemente de homónimos, como el citado asturcántabro Candamius.
Reve sería el dios supremo protector de comunidades locales, que eran un grupo
Mayor, aunque no sólo se vinculado con nombres de montañas, sino con ríos, como prueba J.C. Olivares con multitud de ejemplos, lo que nos parece muy acertado. Este autor encuentra apoyo en el hecho que las famosas columnas de Iuppiter se encuentran próximas al nacimiento o a la confluencia de los ríos.
El teónimo del dios supremo galo Taranis podía ser la forma originaria del río Tarn, mencionado por Plinio como Tarnis y del río Tanaro, afluente del Po, citado por Plinio y por el Itinerario de Antonino como Taranus, y el río Tarna en Asturias. El dios indoiranio Varuna también se relaciona con las aguas, como recuerda J.C. Olivares y con las montañas, exactamente como Reve y como Iuppiter (Tarannis) Candamios de los astures y cántabros.
Lo mismo sucede con Iuppiter Candamius, de Candanedo (en la frontera entre Asturias y León), del nombre del monte donde se recogió la inscripción; Iuppiter Candiedo de Galicia (aunque el dedicante es un cántabro salaeno) y el Iuppiter deus Candamius, de Monte Cilda (Palencia) Con lo atendiendo a su área de localización que estaría muy bien definida, el culto a Candamios estaría compartido por cántabros y astures.
El problema se complica, al identificar a este Iuppiter Candamios vinculado a las montañas con el teónimo galaico-lusitano Reve. El carácter de este dios y su género han sido muy discutidos por los investigadores. Se le ha considerado, frecuentemente, una diosa de carácter acuático. Otros le atribuían género masculino debido al epíteto que le acompaña, como Reve Langanitaeco o Reve Anabaraeco de Las Brugas (Orense), vinculado a manantiales de aguas medicinales por el lugar de aparición.
J.C. Olivares considera que Reve es un dios semejante al Iuppiter galo o Taranis. Las inscripciones que aduce J.C. Olivares, nos parecen de mucho peso para defender su teoría, que creemos muy novedosa y altamente probable, Estas dedicatorias son a Reve Laraucus. El monte Larauco se localiza en el norte de Portugal. Una segunda dedicada a Laraucus Deus Maximus, apareció con otros objetos alusivos a Marte. Estas inscripciones permiten identificar a Reve con el dios supremo de los romanos.
Una tercera dedicatoria hallada en Guidães (Vila Real) muy cerca de Marão, está dedicada a Reve Marandicus con epíteto del dios vinculado con un orónimo. El teónimo Reve está escrito en una alta montaña como es la de Cabeço das Fraguas (Sebugal, Guardia). Otro dios asociado a las montañas seria Salamati, apelativo de Salamanca, relacionado con el homónimo Jálama, que es la Sierra de Gata hasta la Sierra de la Mesta. Sal- entra en la formación de muchos nombres de montañas en Europa. Reve y Salamati recibían culto en territorios complementarios. Varios epítetos de Reve exceden a un ámbito local, como Laraucus, Anabaraecus y Langanitaecus. Los epítetos de Iuppiter derivan frecuentemente de homónimos, como el citado asturcántabro Candamius.
Reve sería el dios supremo protector de comunidades locales, que eran un grupo
Mayor, aunque no sólo se vinculado con nombres de montañas, sino con ríos, como prueba J.C. Olivares con multitud de ejemplos, lo que nos parece muy acertado. Este autor encuentra apoyo en el hecho que las famosas columnas de Iuppiter se encuentran próximas al nacimiento o a la confluencia de los ríos.
El teónimo del dios supremo galo Taranis podía ser la forma originaria del río Tarn, mencionado por Plinio como Tarnis y del río Tanaro, afluente del Po, citado por Plinio y por el Itinerario de Antonino como Taranus, y el río Tarna en Asturias. El dios indoiranio Varuna también se relaciona con las aguas, como recuerda J.C. Olivares y con las montañas, exactamente como Reve y como Iuppiter (Tarannis) Candamios de los astures y cántabros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario