martes, 26 de octubre de 2010

Hispania, muchos ruidos y bastantes pocas nueces

Ya se estreno Hispania. Desde el verano esperábamos con ansias, una serie que por fin tratara con seriedad la historia, rica historia de España. Especialmente la tocante a los pueblos de la Hispania pre romana.
He de reconocer que la ilusión me pudo por unos momentos, y cuando aun nadie sabia nada del tema. Mi imaginación volo... Pensé que en este país habíamos superado el guerracivilismo o las películas de pajares. Pensé y confié ver unas tribus lusitanas bien caracterizadas, luchando y pactando con las tribus celtibericas de la meseta norte. Lideradas por un Viriato, caudillo de los lusitanos. De rostro duro, aguerrido, con larga barba al estilo de su pueblo.
Sin ninguna duda me deje llevar demasiado por la ilusión de ver algo realmente a la altura de nuestra historia. Pero muy lejos de los medios y capacidades de nuestro cine y actores. Y es que no en vano, los mejores directores de cine histórico español, han sido extranjeros. Las mejores películas sobre cine histórico español, han sido extranjeras. Y los mejores escritores sobre historia de España, también llamados hispanistas. Son casi exclusivamente y en su total mayoría anglosajones y alemanes.
En esta ocasión no iba a ser menos, e Hispania se me mostró como una serie, ridícula, con poca imaginación, con unos actores no aptos para representar a romanos y lusitanos, y con un guión mas que pobre, casi ridículo.
Empezare diciendo, y con todos mis respetos hacia Roberto Enriquez, actor de origen leones criado en Valladolid. Que sin poner en duda sus cualidades interpretativas para cine actual, comedia, humor o drama. No da la talla ni por asomo para interpretar cine épico histórico, y mucho menos para interpretar un personaje como Viriato.
Seguiré diciendo que Juanjo Ballesta, actor mas conocido por su interpretación en “el bola”, Castellano nacido en Madrid. Puede que sea bueno interpretando a un galán, o joven agraciado para cualquier papel relacionado con la comedia o cine de actualidad social. Pero desde luego no a un guerrero lusitano. Empezando por su marcado acento madrileño, demasiado cercano al ejjjque de los barrios humildes, y con un rintintin muy macarra en algunas de sus frases, característico de Madrid.
Realmente interpretar personajes relacionados con la historia, tendría que ser una rama aparte en la educación de todo actor. Y utilizar únicamente gente muy experimentada en estos temas para su desarrollo interpretativo. De no ser así, con lo que nos encontremos será con actores que fuerzan su interpretación, apareciendo irreal, ficticia, ajena a la realidad.
Eso es precisamente lo que ocurre en Hispania. Actores que desde luego no son los mas adecuados para interpretar personajes históricos, y muchísimo menos de esas épocas, donde la Lusitania era, como bien dicen los romanos, tierras de bárbaros.
Caso aparte merece la reseña a los extras como lusitanos, reclutados en extremadura, a los que poco mas que les han dado una túnica, y les han dicho: pensar que vivís hace 2000 años. ¿Qué hay de su caracterización?, ¿sus cicatrices?, ¿sus barbas y bigotes?.
Todo esto, unido y mezclado con una mala.. bastante mala dirección, y con un guión pésimo, dan como resultado una serie tétrica.
Una serie que posiblemente guste muchísimo a la gente neófita del tema, pero que realmente nos aleja y nos pone cara a cara con la realidad que vivimos. Y esta no es otra, que la falta de tradición e imaginación para poder realizar cine histórico basado en la historia de España. Almenos por los directores y actores de los que disponemos en este pais.
Cosa poco extraña, si pensamos que el cine histórico en la península ibérica, ha sido poco mas o menos que testimonial y sectario desde sus orígenes hasta hoy.
Donde no hay tradición no se puede sacar, y tampoco reconseguirá crear una escuela en tres años. Habrá que seguir esperando

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