Los godos eran un antigua nación Báltico, originaria de la desembocadura del río Vístula, en el golfo Godano, hoy llamado de Danzig, entre las ciudades actuales de Gdansk y Kaliningrado, en una pequeña península (llamada isla Scançia o Scandza por Alfonso X el Sabio y Jordanes porque el Vístula la convierte en isla) que corre paralela a la costa en forma de arco. De lo que hoy es la Prusia oriental se extendieron por la actual Gothiscandza, en Polonia, hacia Lituania y Letonia y hacia el 1600 a.C ocupaban desde los lagos Ladoga y Onega al norte hasta los montes Cárpatos al sur, y desde los montes Urales al Este hasta el río Oder al oeste. Lo que hoy en un mapa contemporáneo sería Prusia, el sur de Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Bielorrusia, norte de Rusia europea, norte de Ucrania y una franja de la Alemania del Este. Esta fue su base territorial, llamada en sentido amplio Escitia desde los más remotos tiempos.
Los últimos hallazgos arqueológicos localizan en esta zona a los godos-gutones (el apellido Guti-erre-z, que significa hijo de godo, lo llevan más del 18% de los españoles) como cultura de Wielbark. El Estado godo se remonta hasta el año 1470 a. C. según S. Daukantas, el primero de los Amalos fue Augis y reinó en Lituania después de la muerte de Gapto, hijo de Vueric, hacia el año 1470 a. C. La estirpe de los Baltos y Amalos era la de los reyes godos. De aquí emigraron siguiendo el río Vístula. Llegaron a constituir un Estado que controlaba desde el mar Báltico al mar Negro, donde llegaban navegando por el río Dnieper. Los godos fueron un Estado bimilenario que se enfrentó con éxito a los Imperios Egipcio, Persa, Griego, Parto, Macedónico y los sobrevivió, poniendo fin al Imperio Romano de Occidente.
Las primeras publicaciones sobre la extensión de la cultura goda o báltica se iniciaron en el año 1963 con el libro The Balts de la profesora de arqueología europea de la Universidad de California en Los Ángeles, Marija Gimbutas. El conjunto de sus estudios fueron ampliados posteriormente y esta aceptado universalmente aceptado en los medios académicos, aunque aún no ha trascendido al público en general.
Desde el siglo III hasta el VI d.C. esta nación goda constituyó una importante potencia, coincidiendo con el periodo de crisis y desintegración del Imperio romano. El rey Fritigerno derrotó al emperador Valente en Adrianópolis, aniquilando las legiones romanas. Alarico firmó un tratado de federación con el emperador hispano Teodosio, que le nombro general del Imperio. Su hijo Honorio se negó a pagar las 4000 libras de oro que había pactado entregar como tributo a los visigodos su general Estilicón, por lo que el rey Alarico entró a saco Roma el 24 de agosto de 410 para cobrárselas. Este es prácticamente el fin de Roma como poder central del Imperio. En 451 el rey visigodo Teuderedo, que murió en la batalla, derrotó a Atila en los Campos Cataláunicos, y si los visigodos, y romanos no terminaron con los hunos definitivamente fue por interés particular del general romano Aecio.
Procopio en el siglo VI describe a los pueblos godos:
“Todos tienen cuerpos blancos, pelo rubio, son altos y atractivos al ojo, usan las mismas leyes, profesan el arrianismo y hablan la lengua goda”.
El Strategikon de la misma época hace una descripción similar de los suevos.
La lucha entre godos y romanos es una lucha entre dos Estados que terminaron ganando los godos, nación de una antigüedad trimilenaria cuando llegó a Spanna (nn: ñ). Las primeras invasiones que sufrió el Imperio romano tuvieron lugar entre los años 258 y 260 d. C. Esto fue posible porque las guerras civiles habían provocado el desguarnecimiento de las fronteras. Los “bárbaros” llegaron hasta las costas del Mediterráneo y Gibraltar, y, requisando barcos, pasaron al N de África.
El siglo IV fue de tranquilidad. En el campo aparecieron nuevas villas, que se dedicaban a la explotación agrícola, y sus yacimientos nos muestran el gran lujo con que vivían sus propietarios (algunas tenían agua corriente con cañerías de plomo). En el año 406 la crisis política rebrota con gran fuerza en el Imperio, la invasión goda (bálticos) de Italia obligó a retirar las legiones del Rin y en la Nochevieja de ese mismo año, aprovechando que las aguas del río estaban heladas, los pueblos germanos de los suevos, vándalos, burgundios, alanos y (sármatas asiáticos) traspasan las fronteras e invaden el Imperio.
En el año 409 la Galia estaba esquilmada, debido a las guerras civiles, mientras que la cosecha en España se presentaba ubérrima. Los jefes hispanos que defendían los pasos de los Pirineos fueron eliminados (Dídimo y Veriniano ajusticiados en Arles, mientras que Teodosiolo y Lagodio pudieron huir). Los comites (condes) del usurpador Máximo, que los sustituyeron, abandonaron los pasos para acudir en ayuda de Italia. Los vándalos por necesidades de subsistencia pasaron a la Península.
Los vándalos silingos guiados por su rey Fredibaldo marcharon a la Bética, donde fueron derrotados por Walia.
Los vándalos asdingos se situaron en un principio en el N de Gallaecia, en el 419 pasaron a la Bética (V- Andalucía = tierra de vándalos) hasta que en el año 429 el Imperio mandó contra ellos a los visigodos, que expulsaron a unos 80.000 hacia África, donde conquistaron Cartago en el 439 y fundaron un reino que duraría un siglo, hasta que fueron eliminados por el Imperio bizantino (Belisario, general de Justiniano).
Los alanos (sármatas asiáticos), que se habían asentado en la Lusitania y parte de la Cartaginense comandados por su rey Adax, fueron derrotados y desarmados y se diluyeron en el Imperio como pueblo.
Los suevos fundaron un reino en Gallaecia que perduró hasta el año 585, en que el rey Andeca fue vencido y desarmado en Braga y Oporto por Leovigildo.
Javier Albert Gutiérrez
Los últimos hallazgos arqueológicos localizan en esta zona a los godos-gutones (el apellido Guti-erre-z, que significa hijo de godo, lo llevan más del 18% de los españoles) como cultura de Wielbark. El Estado godo se remonta hasta el año 1470 a. C. según S. Daukantas, el primero de los Amalos fue Augis y reinó en Lituania después de la muerte de Gapto, hijo de Vueric, hacia el año 1470 a. C. La estirpe de los Baltos y Amalos era la de los reyes godos. De aquí emigraron siguiendo el río Vístula. Llegaron a constituir un Estado que controlaba desde el mar Báltico al mar Negro, donde llegaban navegando por el río Dnieper. Los godos fueron un Estado bimilenario que se enfrentó con éxito a los Imperios Egipcio, Persa, Griego, Parto, Macedónico y los sobrevivió, poniendo fin al Imperio Romano de Occidente.
Las primeras publicaciones sobre la extensión de la cultura goda o báltica se iniciaron en el año 1963 con el libro The Balts de la profesora de arqueología europea de la Universidad de California en Los Ángeles, Marija Gimbutas. El conjunto de sus estudios fueron ampliados posteriormente y esta aceptado universalmente aceptado en los medios académicos, aunque aún no ha trascendido al público en general.
Desde el siglo III hasta el VI d.C. esta nación goda constituyó una importante potencia, coincidiendo con el periodo de crisis y desintegración del Imperio romano. El rey Fritigerno derrotó al emperador Valente en Adrianópolis, aniquilando las legiones romanas. Alarico firmó un tratado de federación con el emperador hispano Teodosio, que le nombro general del Imperio. Su hijo Honorio se negó a pagar las 4000 libras de oro que había pactado entregar como tributo a los visigodos su general Estilicón, por lo que el rey Alarico entró a saco Roma el 24 de agosto de 410 para cobrárselas. Este es prácticamente el fin de Roma como poder central del Imperio. En 451 el rey visigodo Teuderedo, que murió en la batalla, derrotó a Atila en los Campos Cataláunicos, y si los visigodos, y romanos no terminaron con los hunos definitivamente fue por interés particular del general romano Aecio.
Procopio en el siglo VI describe a los pueblos godos:
“Todos tienen cuerpos blancos, pelo rubio, son altos y atractivos al ojo, usan las mismas leyes, profesan el arrianismo y hablan la lengua goda”.
El Strategikon de la misma época hace una descripción similar de los suevos.
La lucha entre godos y romanos es una lucha entre dos Estados que terminaron ganando los godos, nación de una antigüedad trimilenaria cuando llegó a Spanna (nn: ñ). Las primeras invasiones que sufrió el Imperio romano tuvieron lugar entre los años 258 y 260 d. C. Esto fue posible porque las guerras civiles habían provocado el desguarnecimiento de las fronteras. Los “bárbaros” llegaron hasta las costas del Mediterráneo y Gibraltar, y, requisando barcos, pasaron al N de África.
El siglo IV fue de tranquilidad. En el campo aparecieron nuevas villas, que se dedicaban a la explotación agrícola, y sus yacimientos nos muestran el gran lujo con que vivían sus propietarios (algunas tenían agua corriente con cañerías de plomo). En el año 406 la crisis política rebrota con gran fuerza en el Imperio, la invasión goda (bálticos) de Italia obligó a retirar las legiones del Rin y en la Nochevieja de ese mismo año, aprovechando que las aguas del río estaban heladas, los pueblos germanos de los suevos, vándalos, burgundios, alanos y (sármatas asiáticos) traspasan las fronteras e invaden el Imperio.
En el año 409 la Galia estaba esquilmada, debido a las guerras civiles, mientras que la cosecha en España se presentaba ubérrima. Los jefes hispanos que defendían los pasos de los Pirineos fueron eliminados (Dídimo y Veriniano ajusticiados en Arles, mientras que Teodosiolo y Lagodio pudieron huir). Los comites (condes) del usurpador Máximo, que los sustituyeron, abandonaron los pasos para acudir en ayuda de Italia. Los vándalos por necesidades de subsistencia pasaron a la Península.
Los vándalos silingos guiados por su rey Fredibaldo marcharon a la Bética, donde fueron derrotados por Walia.
Los vándalos asdingos se situaron en un principio en el N de Gallaecia, en el 419 pasaron a la Bética (V- Andalucía = tierra de vándalos) hasta que en el año 429 el Imperio mandó contra ellos a los visigodos, que expulsaron a unos 80.000 hacia África, donde conquistaron Cartago en el 439 y fundaron un reino que duraría un siglo, hasta que fueron eliminados por el Imperio bizantino (Belisario, general de Justiniano).
Los alanos (sármatas asiáticos), que se habían asentado en la Lusitania y parte de la Cartaginense comandados por su rey Adax, fueron derrotados y desarmados y se diluyeron en el Imperio como pueblo.
Los suevos fundaron un reino en Gallaecia que perduró hasta el año 585, en que el rey Andeca fue vencido y desarmado en Braga y Oporto por Leovigildo.
Javier Albert Gutiérrez
Extraído de Nueva Gothia - 24 -6- 10
Esta bien que halláis publicado algo escrito por Javier Albert, cuando se despertó mi interés hacia los pueblos Bálticos y Germanos que invadieron la península no tenía fuentes a las que acudir para aprender más sobre sus costumbres y su procedencia, hasta que di con su página y me puse en contacto con él, me elaboro informes sobre tratados históricos y me aclaró todas mis dudas, sin duda es un buen maestro.
ResponderEliminarOtra cosa que me gustaría saber es de que manera celebráis el solsticio de verano, yo simplemente me dediqué a encender una hoguera y hacer rodar fatxos, que son buenos representantes de la rueda solar, y ofrecí pan al fuego.
Gracias y un saludo.
Saludos.
ResponderEliminarPues para nuestro solsticio, lamentablemente no hicimos nada en especial, ya que el trabajo nos lo impidio.
Unicamente subimos a un lugar que tenemos en la montaña, donde vimos el atardecer del sol. Algunos nos quedamos toda la noche de charla, y vimos tambien el amanecer.
Es especialmente bonito, ya que como puedes ver, el sol muere dejando pasar la luz entre las piedras del bosque