Los vándalos adoraban a las divinidades del panteón germánico. Su visión del cosmos describía el universo como un gran combate entre fuerzas nobles e innobles. Los dioses se enfrentan a las fuerzas del mal con la ayuda de los hombres. La idea de una gran batalla que señala el final de los tiempos es uno de los aspectos más originales. No han llegado hasta nuestros dias, los nombres de sus dioses. Aun cuando muy posiblemente, como todos los pueblos germanicos, ellos mismos se pensaran descendientes de un dios padre que origino su raza. Se habla de un dios llamado Marmus, el cual posiblemente fuera una forma diferente tribal del dios Wotan.Las invasiones provocaron una crisis dramática en la sociedad vándala. Por un lado el contacto con el cristianismo en su versión arriana y su adopción por un sector (al principio minoritario) alteró la forma de entender la vida de toda una sociedad. El arrianismo era una secta perseguida por las autoridades romanas. Al contrario que la Iglesia Ortodoxa (Católica) carecía de grandes propiedades, por lo que se sentía más cerca del mensaje original del cristianismo y de los bárbaros en su condición de gentes humildes que nada tienen salvo sus vidas. Su mensaje monofisista es más fácil de comprender que el concepto trinitario de la Iglesia oficial del imperio. La traducción de la Biblia al godo efectuada por Ulfila permite la comprensión de su mensaje para las masas vándalas de lengua óstica. Por otro lado el enfrentamiento entre ortodoxos (católicos) y arrianos dará tintes amargos a la conquista del norte de áfrica y aún más graves tras la creación del Regnum Vandalorum. Genserico y sus sucesores tuvieron que contar siempre con la posibilidad de que los obispos católicos organizaran sublevaciones contra su autoridad o actuaran en connivencia con los enemigos de los vándalos. Nadie sabe hasta qué momento conservaron los vándalos la religión de sus ancestros. Es conocida la indiferencia religiosa que caracterizó el periodo de Genserico, lo que es un indicio de que el gran monarca pudo haber sido pagano. Su sucesor, Hunerico tuvo en su contra a todas las iglesias cristianas de África, pero este dato de por sí no aporta nada. Algunas de las costumbres descritas por Procopio de Cesarea son reflejo de una sociedad demasiado libre. No parece que el cristianismo hubiera calado de forma muy profunda entre los vándalos del siglo VI, aunque la revuelta de Gelimer contra Hilderico estuvo motivada en buena medida por motivos religiosos. Gelimer y su entorno eran arrianos devotos. La ley de Justiniano sobre religiones en la provincia de África data del año 535 y prohíbe expresamente el culto pagano equiparándolo con el arrianismo, el donatismo y el judaísmo. Sin lugar a dudas existe la posibilidad de que un sector amplio de la sociedad vándala se hubiera cristianizado en la versión arriana a lo largo de décadas, mientras otro sector se habría mantenido fiel al paganismo.
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